marzo 22, 2011

Compañero perenne

Hoy somos menos para edificar sonrisas.
Menos para rodear la altura de las noches
con palabras alegres;
menos para ejercer esfuerzos
para ser más totales.
Hoy somos menos para soportar lo amargo
de los días indóciles,
menos para romper los muros asfixiantes
y soltar a los pasajeros;
hoy somos menos ante la miseria,
hoy somos menos para asesinar el hambre.

Compañero perenne:
que no decaiga tu corola limpia
porque somos menos,
es el gran sin embargo
de la visión futura,
porque
si somos menos,
tu aliento proyectado
nos va a construir más grandes.
Te has ido con tu rosa y con tu frente intactas,
con tu visible anatomía rota
con nuestro compromiso en gestación esperanzado.

Siempre estuvimos juntos:
registrando con piedras los vientres de los árboles,
soñando en las esquinas con futuros más francos,
coleccionando novias incompletas
y mujeres sin sueños
de sexos prolongados hasta el alma,
mintiendo en los hogares los domingos
acerca de la misa no escuchada,
bebiendo la alegría de las camisas nuevas
estableciendo la palabra joven
en cien bares inhóspitos,
estructurando hermanos cada día
y sobre todo
manteniendo la llama
del amor a la vida.
(Y es que amar la vida
es odiar la miseria,
asesinar al hambre
y liberar a los pájaros;
es soportar con esperanza la amargura
y mientras tanto
dinamitar los muros asfixiantes;
es amar al amor universal
y caminar alegres
con los ojos abiertos.)

Compañero perenne:
aquí estamos juntos los que te hemos querido.
Aquí estamos de pie.

Roque Dalton

marzo 09, 2011

El enamorado (Jorge Luis Borges)

Lunas, marfiles, instrumentos, rosas,
lámparas y la línea de Durero,
las nueve cifras y el cambiante cero,
debo fingir que existen esas cosas.

Debo fingir que en el pasado fueron
Persépolis y Roma y que una arena
sutil midió la suerte de la almena
que los siglos de hierro deshicieron.

Debo fingir las armas y la pira
de la epopeya y los pesados mares
que roen de la tierra los pilares.

Debo fingir que hay otros. Es mentira.
Sólo tú eres. Tú, mi desventura
y mi ventura, inagotable y pura.

marzo 02, 2011

Bienvenida (Roberto Bolaños)

Bienvenida a mi dormitorio de témpanos a la deriva
Bienvenida a mis escaleras a mis trucos a mi ternura
Bienvenida bajo este arco –Bienvenida a estos mapas confusos
iguales a los sueños de un proletario borracho
bicicleta cubierta de crisálidas que tu ojo
registró en la infancia --Tú te has divertido, yo te he mirado
desde las rodillas del asombro, sin aullidos, sin risas
mudo como un niño rojo, o como una fotografía
llena de historias (olores) que una mosca
atraviesa de punta a punta
Bienvenida a la noche de los pulsos interminables
Bienvenida a las fiestas de los artesanos
Bienvenida a las horas vacías donde sólo se mueven los callejones
Bienvenida, sin embargo, al amor –Al amor terrible
que entendía Quiroga, el amor niño inmune a todo juego
de palabras
Bienvenida a mi dormitorio abierto como un rostro después
del temporal, a mi larga y difícil manera
de entenderte –Que todo nos cubra, que todo sea manto
para nosotros. Bienvenida a las capas carnívoras
como flores carnívoras, a lo irremediable, y a los cuerpos
que pese a todo, que pese a todo, sobreviven
a los largos años de Contrarrevolución
Bienvenida, oh amada, a los largos años del desempleo y los
motines
Bienvenida al hambre y a los poemas de amor
Bienvenida a los poemas miserables a los poemas parpadeantes
a los poemas extáticos de la intranquilidad
Que todo sea intemperie para nosotros, que no tengamos
ningún tipo de coartada
Oh amada, de esas agujas extraeremos algo de luz
de esas cabelleras extraeremos algo de paciencia
Somos, después de todo, hermanos de nuestros cataclismos,
de esos ojos extraeremos algo de mito
Bienvenida a los amantes que se abrazan en medio
de una multitud, y sólo son vistos
por niños soñolientos –Bellos niños soñolientos
que parecen lagartos inmortales detrás de las ventanas
Bienvenida, y adiós, ¿de que manera te recordaré
cuando tenga 30 años?
¿Cómo serán los sueños de los condenados a la horca
sino constelaciones, sino el asombro
de una música infantil de animales sueltos
en un barco que poco a poco se va coagulando?
Oh amada, en distintos países, sin noticias uno del otro,
hemos de cruzar lo mejor que podamos
los años de la Contrarrevolución
Bienvenida entonces, bienvenida, bienvenida,
al jade y a las tiendas levantadas de noche,
a los quinqués y a las miradas dulces,
a las imágenes de nosotros mismos que vuelven a encontrarse,
y a los cuatro puntos cardinales.

Barcelona, julio 1977
Publicado en “Algunos poetas en Barcelona”
Ediciones La cloaca nov. 1978