septiembre 19, 2008

Poema de las seis de la tarde

Sobre la humedad de tu voz, sobre tal rocío de humo suave,
no encuentro aún-frío de mí- mi nombre consumiéndome.

Y yo no puedo decir otra palabra que tu nombre,
otra sílaba qeu no sea para pronuciarte.

Ah, silencio de ti,
mudez de ti en el día que me pesa
y cuya última puerta podría cerrar a pesar de todo
si obedeciera las señales de mi fiel cobardía.


Roque Dalton

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